DECLARACIÓN CAMPESINA DE TORREÓN.
El día de hoy 7 de junio nos hemos reunido los productores de maíz, de frijol, de sorgo y de trigo, también los que producimos responsablemente carne y leche, manzana, melón, y chile, los que vivimos en las comunidades que están siendo sometidas a la explotación irracional del agua, de los bosques y de toda la riqueza que está en el subsuelo, riqueza de todos que va a parar a manos de unos cuantos. Somos de Chihuahua, Zacatecas, Durango, Sinaloa y de Sonora, somos de Nuevo León y Tamaulipas, hemos llegado a la ciudad de Torreón Coahuila a un encuentro de iguales y hemos decidido unirnos y defender nuestros derechos, nuestra tierra, nuestra soberanía y marchar juntos hacia el zócalo de la capital de la República, para darle voz a nuestra lucha.
Queremos que se pague un precio justo por nuestras cosechas. Buscamos terminar con el abuso de las grandes empresas que sacrifican a los productores y abusan de los consumidores, empresas que se dicen “socialmente responsables” y que obtienen enormes ganancias sobre la pobreza de millones apoyados en la desvalorización de nuestra producción y nuestra tierra. Nos hemos unido para acabar con este abuso y para someter a esta oligarquía agroalimentaria que nos despoja de nuestro ingreso.
Por ello exigimos que se cambie la forma de comercialización y que el Estado mexicano constituya una empresa que se haga cargo del acopio, la comercialización y las ventas al menudeo, que el gobierno compre los alimentos requeridos por sus instituciones directamente a los campesinos y productores. Queremos precios justos.
Los que asistimos a Torreón exigimos el pago de un precio justo a los productores de maíz de Sinaloa. Demandamos la entrega inmediata de los recursos que les corresponden a los productores de frijol de Zacatecas, de Durango y de Chihuahua. Ya no queremos subsidios aparentes a la comercialización, preferimos y exigimos que los apoyos se trasladen para reducir los costos de producción. Nosotros exigimos el congelamiento y la reducción de los precios del diésel, de la energía eléctrica, de la semilla y el fertilizante. Los apoyos ya no deben ir a los comercializadores ahora deben ir directamente al pequeño y mediano productor.
El 23 de julio llegaremos a la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México desde todos los rincones de los territorios del norte de nuestro país. Vamos a demandar que llegue el crédito accesible para poder sembrar nuestras tierras, vamos a exhortar que se mejoren nuestras tecnologías de cultivo para cuidar nuestros suelos. Vamos juntos para que se cree un banco realmente agrícola que nos de tasas preferenciales, que asuma los riesgos y de manera conjunta se constituyan las garantías accesibles para que los pequeños y medianos agricultores podamos acceder al financiamiento.
Hemos decidido partir desde la frontera norte y desde el desierto para exigir que se paré la sobre-explotación de nuestros acuíferos, exigimos que se cuide el agua que se usa en la producción de alimentos, el agua que bebemos para vivir. El gobierno debe de castigar a todos los que violan la ley y explotan irracionalmente el agua con la complicidad de funcionarios locales y federales y que benefician a las empresas lecheras y a grupos de agricultores privilegiados.
En Torreón hemos decidido resistir frente a la voracidad de las empresas mineras y a los grandes grupos empresariales que quieren llevarse también nuestro petróleo y nuestro gas, que junto con el aval del Gobierno quieren despojarnos de las propiedades y la riqueza de nuestros ejidos, nuestras comunidades y de nuestros territorios. No vamos a entregarles ningún pedazo de tierra para que la exploten irracionalmente, no vamos a permitir más saqueo, vamos a pelear por la vía legal y con las armas de la razón para defender los que nos pertenece. El general Cárdenas expulsó a los bandidos americanos y a los ingleses. Nosotros no vamos a permitir que regresen y se vuelvan a llevar nuestra riqueza energética.
Llego el momento de alzar nuestra voz, de campesinos e indígenas, de productores y consumidores en defensa de nuestra tierra y nuestra agua, de nuestros recursos naturales y nuestro territorio, en defensa de nuestro producto frente a los intereses de los monopolios nacionales y trasnacionales. En cada uno de nuestros estados vamos reunirnos para preparar nuestra lucha. Desde hoy nuestra unidad será más fuerte y vamos a incorporar y a invitar a todos los que sufren del abuso y de todos aquellos que quieren justicia y el respeto de los derechos humanos y contra la violencia que azota toda nuestra región y golpea la tranquilidad de nuestras familias.
Exigimos el respeto a los derechos humanos de campesinos e indígenas, demandamos la libertad de nuestros compañeros presos o perseguidos por inconformarse con la injusticia social que padecemos, quienes son tratados como criminales por defender el bien común de nuestra tierra, nuestra agua, nuestro territorio y nuestros recursos naturales frente a mega-proyectos e intereses de todo tipo que despojan, que destruyen, que matan. Demandamos el esclarecimiento de los asesinatos de mujeres y hombres que han quedado sembrados en esta lucha por la defensa de nuestro territorio.
Hoy inicia una rebelión campesina en contra de el estado de cosas, que imponen una relación comercial, económica y social, injusta para los productores y para los consumidores en el sistema agroalimentario de México. Nos declaramos en rebelión para cambiar las relaciones comerciales internacionales totalmente injustas que nos hacen más dependientes en materia de alimentos, tratados comerciales que no sirven a los intereses del país, las importaciones que dañan nuestros cultivos, generan una competencia desleal y dejan indefensos a nuestros productores de alimentos.
Es el tiempo de la unidad campesina e indígena con la sociedad urbana. La reforma del campo que necesitamos requiere del impulso de la sociedad rural desde las regiones en todo el país; y necesita la solidaridad amplia, profunda y contundente de la sociedad urbana.
A partir del día de hoy vamos a ir a cada ejido y a cada comunidad, a cada rancho, nos vamos a reunir con los universitarios y con los científicos. Vamos a ir a platicar con los que no pudieron venir el día de hoy. Vamos a desarrollar una amplia campaña de información y comunicación para dar a conocer las razones de nuestra lucha. Vamos a decirles que nosotros, al igual que ellos, queremos vivir con decoro y tener un futuro. Vamos a decirles que el fraking significara el derroche y la destrucción de nuestros recursos del subsuelo. Vamos a ir a comunicar, a informar, a convencer a mas para que se incorporen a la lucha. Levantaremos el movimiento en nuestras regiones y llegaremos casi 200 mil mexicanos al zócalo de nuestro país.
Queremos una verdadera reforma del campo, un verdadero acuerdo alimentario y nutricional, juntos vamos a defender nuestros recursos naturales. No queremos cualquier acuerdo. Exigimos al gobierno que se escuchen nuestras propuestas y que en forma inmediata se constituya el verdadero espació de negociación de donde salga un verdadero cambio.
Nosotros tenemos los principios que no se negocian. El acuerdo debe garantizar el derecho a la alimentación de todos. Tenemos qué salvar la pequeña y la mediana agricultura. El precio de los insumos deben reducirse. El precio del diésel y de la energía eléctrica debe rebajarse y congelarse. Queremos un banco campesino, un banco agrícola que de crédito a tasas de preferencia para los campesinos. Demandamos una nueva empresa del Estado que acopie y comercialice y garantice precios justos. Necesitamos que el estado vuelva a producir semillas y fertilizantes generando empleos y ganacia para la nación. Los subsidios deben ser a la producción y no para los comercializadores. La violencia debe acabarse en las comunidades. Vamos a defender el agua y las riquezas del subsuelo. No los dejaremos entrar si no hay desarrollo sustentable y beneficios mutuos. Ninguna empresa minera o energética entrara si no hay acuerdo y/o consentimiento de la comunidad.
El acuerdo garantizara todo eso o no será ningún acuerdo. Nosotros queremos construir una nueva política junto con el gobierno. Pero también nos vamos a la resistencia.
Ganar el debate de la nueva política y el nuevo trato al campo y los campesinos e indígenas, y pactar con el Estado y el Gobierno los nuevos términos de esa transformación, obliga a las organizaciones campesinas e indígenas a desatar en todo el país, una campaña nacional de información y toma de conciencia sobre los temas y propuestas esenciales que signifiquen la Reforma del Campo que Necesitamos.
Para ello se propone la siguiente ruta critica que guíe el trabajo unitario, plural e incluyente de las diversas y dispersas organizaciones campesinas e indígenas del país, nacionales, regionales y locales, ejidos, pueblos y comunidades, que de manera autónoma e independiente, solas o agrupadas, hoy luchamos en nuestros respectivos territorios y especialidades, por defender nuestros territorios, recursos naturales, agua, tierra, minerales y aire, para lograr que el producto de nuestro trabajo nos permita vivir dignamente y bien.
Para respaldar nuestras propuestas llevar a cabo las siguientes acciones:
1.- Participar con movilización en los estados por conmemoración de la Toma de la ciudad de Zacatecas el 23 de junio.
2.- Replicar estos encuentros de nuestras organizaciones en los municipios y estados del norte, para organizar la movilización del 23 de julio.
3.- Condenamos el asesinato del compañero Antonio de la Cruz, del estado de Puebla.
4.- Solidaridad con la lucha de los productores de maíz de Sinaloa por 3850 pesos por tonelada.
5.- Solidaridad con los productores de frijol de Zacatecas, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Nayarit, para que se les pague sus cosechas y apoyo adicional de dos pesos.
6.- Integramos un equipo técnico de nuestras organizaciones para formular nuestra propuesta conformando la Urna Técnica del Movimiento Campesino
7.- Inclusión del PLAN MEBA para la solución de la problemática del agua en la Región Laguna
8.- Solidaridad con el asesinato cometido
9.- Someter a la Ley el comportamiento de los coyotes
10.-Castigo a las empresas que sobreexplotan los mantos acuíferos.
11.- Impulsar el comercio justo a nivel local
12.- Frenar los permisos que se otorgar y en su caso prohibir la siembre de semillas transgénicas así como derogar las disposiciones aplicables
13.- Fomentar de cultivos alternativos y tradicionales como el amaranto en los foros regionales
14.- Continuar con los pagos pendientes de trabajadores migratorios denominados Exbraceros
15.- Prohibición para que funcionarios de la Procuraduría Agraria no realicen contratos y documentos para que los campesinos no enajenen sus derechos ágilmente y depuración constante de funcionarios
16.- Derogación del artículo 6 de la Ley Minera por ser contrario a los derechos del campesinado.
Aprueban y firman trescientos cincuenta y seis dirigentes de las siguientes organizaciones:
UNIMOSS, CODUC, EL BARZÓN, CCC, CCI, DENAGRO SIGLO XXI, UNORCA, COCYP, INTEGRADORA ESTATAL DE PRODUCTORES DE CHIHUAHUA, UCD, UGOCM, CONSUCC, CAM, CONACAJOM, FDPAS, CNC, COORDINADORA ÚNICA DE PRODUCTORES DE GRANOS, CAP-Sinaloa, CNPA-MN, FPFV, CONORP, ALIANZA MEXICANA CONTRA EL FRACKING, FEPUR, CNCU, LIGA AGRARIA DE LOS DERECHOS, FRANCISCO VILLA ZACATECAS, EL PROYECTO BRACERO MEXICO-USA, CODAIM-COAH, ODCLaguna, REDOSC,CNPA-DGO.
Obtener el documento al correo: [email protected]
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